Había una ventana frente a una escalera, podía mirar desde ahí una parte del patio, como reían, estudiaban, se estresaban o simplemente con un cigarro dejaban atrás muchas hojas llenas de palabras aprendidas en una noche.
Alguna vez pude ver a alguien llorar en ese mismo lugar, vi abrazos, vi desconsuelo, felicitaciones y esperanzas, porque ver tantas emociones me mantenía vivo, ahora solo veo pasillos, mucho polvo y uno que otro personaje sin querer mirar el nuevo paisaje.
Espero no me olviden, porque aún recuerdo cada mañana los pasos apurados y esas eternas tarde en la sala de espejos…
Lou
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